Bomara empezó como un sueño, como empiezan casi todos los proyectos en la vida…
Desde muy pequeña me gustaba pintar y dibujar la parte de atrás de todos mis cuadernos, los llenaba de diseños de vestidos que me imaginaba para ir a fiestas de gala, diseñaba el vestido de mi graduación, bañadores para mis amigas, salidas de baño para la playa… así iba creando un imaginario de todo lo que quería plasmar en un futuro.
Estudie comunicación pensando que me daría todas las bases para que, cuando creara una marca de moda, me ayudara a comunicar todo lo que quería contar y poder crear una historia difícil de olvidar. Posteriormente, estudié diseño de moda y empecé a aterrizar toda mi creatividad en los estampados, enfocándome en crear telas con diseños exclusivos y diferenciadores en el mercado.
El punto de partida para crear siempre me ha parecido que debía de ser algo que realmente me moviera el corazón y que para el ojo fuera completamente original. La naturaleza vista como una explosión de color y texturas y la riqueza de un ecosistema extremadamente variado hicieron nacer en mí una necesidad de revelar al mundo, a través de mis prendas, esos rincones que me han contagiado con su propia magia y esencia. Imaginaba mis diseños como lienzos a través de los que dar a conocer lo que he capturado en mi memoria de estos lugares únicos por su belleza natural.